No un simple verano más.

1. Viaje hacia Lakeville.


Como cualquier sábado,  me levante, mire la hora , eran las 10:30. Baje a desayunar a la terraza, no tenía hambre así que solo me comí una tostada y el Cola-Cao. Después, me apeteció ir a joder a mi hermano de 17 años, se pasa la vida en la cama, así que fui a su cuarto y le puse la radio a tope.
- Mia, ¿Para qué ostias me despiertas a esta hora? - dijo muy cabreado.
- No se... ¿Por joderte un poco, quizá? - le dije yo, con voz vacilona.
- ¡Eres una P***! Yo te mato...
- Hahaha, ven a cogerme si puedes.

  Se levanto y me persiguió por toda la casa, hasta que mi madre abrió la puerta (acababa de venir de trabajar).
Kevin (mi hermano), me pego un puñetazo en el hombro, yo se lo devolví en la tripa y baje las escaleras corriendo para que no me lo devolviera.

- ¿Ya estáis riñendo otra vez? (Kevin bajo las escaleras.) Es que no podéis parar... - dijo mi madre.
- ¡A empezado él / ella! - dijimos mi hermano y yo a la vez.
- Mira, me da igual quien empiece, los dos sois iguales. Pero hoy os guste o no, vamos a ir a  Lakeville (nuestro pueblo). - nos contesto ella.
- Noo... ¿no fuimos el año pasado? - dijo mi hermano muy desilusionado.
- Ya ya... ¿para que vamos a volver? - conteste algo deprimida.
- ¿Pero qué os pasa con Lakeville? Antes os encantaba ir al lago a pescar y dar vueltas con la bici... - dijo mi madre sonriendo, ¿Es que ya no os acordáis de todo lo que habéis vivido alli?
- Madre, nosotros hemos crecido y a decir verdad, nos aburrimos mucho. Ya no somos dos críos, antes era diferente. - respondió mi hermano.
- Es verdad, ahora somos más mayores y nos aburre hacer esas cosas. Además ese pueblo casi siempre está vacío, allí no vive nadie de nuestra edad.- dije.
- Este año van a venir los sobrinos del Sr. M´c Carthey,  nuestro vecino y me han dicho que tienen vuestra edad. - contesto ella emocionada.
- Seguro que son unos raritos... - dijo mi hermano algo antipático.

 Nos arreglamos, hicimos las maletas, nos montamos en el coche y nos dirigimos a nuestra antigua casa. Lo malo era que el viaje duraba unas 2 horas. Asi que , cogi el iPod y me puse a oir musica....

2. La llegada.


Estaba a punto de dormirme, pero de repente note que el motor del coche se había parado por alguna razón, así que abrí los ojos y contemple nuestro chalet de Lakeville, seguía tal y como lo dejamos el año pasado. Así  salimos del coche, cogí mi maleta y espere hasta que mi madre abriera la puerta de la casa. Cuando giro el pomo de la puerta y abrió, subí corriendo las escaleras y me dirigí a mi antiguo cuarto, este estaba igual de aburrido…las cortinas eran de un color amarillo un poco tristón, los míticos cuadros aburridos de paisajes más que aburridos, las sabanas de mi cama eran de un color rosa palo… en general ese cuarto me deprimía...

Mi hermano llevo su maleta a la habitación de al lado, hay que decir que era más alegre que la mía, pero las vistas desde la ventana no eran tan buenas como las de mi cuarto. Desde mi cuarto se podía ver el gran lago, era la mejor vista de toda la casa. Kevin se acomodo enseguida, enchufo los altavoces en su Ipod y puso la música a tope (creo que los vecinos no se quejaban por pena…pero se podía oír desde la otra punta del vecindario). Le pedí  “amablemente" que bajase el volumen para que llegaría a oír mi música, ya que la suya estaba muchísimo mas alta...Pero no, el muy chulo se negó a bajarlo y dijo que si me molestaba podría mi música mas alto que la suya y claro yo como para seguirle el juego,  le hice caso y lo puse al máximo.
Entonces mi madre subió las escaleras muy cabreada y nos grito:
- ¿Pero vosotros sois tontos o que os pasa? ¿Acaso queréis que los vecinos se quejen de nosotros o que? - dijo ella bastante enojada.
- Si madre...lo sentimos, es que...! A sido culpa de Kevin que siempre esta molestando!- dije yo , echando la culpa a mi molesto hermano.
- Ains... ¿Es que nunca parareis o que?..De verdad, si venimos a el pueblo es para tener paz, con lo cual intentar no discutir.- contesto mi madre un tanto desanimada.
- Bale madre, lo sentimos, no se volverá a repetir. Pero sinceramente, a sido mi culpa, yo e incitado a Mia para que la pusiera mas alta. – respondió mi hermano algo avergonzado.
- Bueno no pasa nada…- contesto mi madre con  una voz  algo triste.
Dejando el tema de mi hermano el imbécil a parte, pensé que debería mejorar mi cuarto, ya que este era horrible, y si iría a pasar allí todo el verano, necesitaría algo mas adecuado. Cogí algo de dinero, la bici y me dirigí al centro del pueblo a buscar alguna tienda. Al salir de casa, me encontré con  el Sr. McCartney, este me saludo así que amablemente pare la bici y me dijo:
-  ¿Tu no eres la hija de  Mandy? Como te llamabas...mm...¿Rita? ¿Marta?..
- Si, soy su hija. Ni Marta ni Rita, me llamo Mia. – conteste yo algo asombrada de que no se acordara de mi nombre.
- Ui si, lo siento, es que cada día me falla más la memoria. Pues ayer mismo vinieron mis dos sobrinos, Alex el mayor de 17 años y Justin de 15, se van a quedar todo el verano y me gustaría presentároslos a ti y a tu hermano. – me conto el.
- Bueno por mi encantada  y supongo que a mi hermano no le importara conocerlos. Si me disculpa me tengo que ir a comprar, y a este paso cierran.- le conteste yo algo cortante.
 No tenía ni  la más mínima gana de que me presentara a  Alex ni a  Justin, además, conociendo a el Sr. McCartney seguro que son dos pijos, creídos y adinerados. Lo que me hacia falta a mi, hacerme amiga de esos… no se lo cree ni el.
 Así que, me olvide de lo que dijo el y me concentré en encontrar la tienda mas cercana. Cuando finalmente vi una tienda, justo al final del pueblo,  entre en ella, eche un vistazo y encontré una estantería llena de pinturas (pensé que me resultarían de ayuda para pintar mi cuarto de un color mas alegre), así que cogí unos botes naranjas de pintura, pequeños botes de todo tipo de colores y unas cortinas fucsias. Me dirigí a pagarlas en el mostrador, había un chico al lado mía, era bastante guapo y tendría mi edad  (me asombro un poco verle ya que mi pueblo estaba deshabilitado de adolescentes) , me quede un poco abobada mirando su perfecta sonrisa y sus hermosos ojos verdes. No me di de cuenta de que me había quedado mirándole como una tonta sin disimular ni un poco… hasta que oí su voz...
- Hola  ¿Tu debes de ser la vecina de mi tío no? – me pregunto amablemente.
- Hola, si soy su vecina. ¿Como es que me conoces? – le conteste algo intrigada.
- Puf… Disculpa mi mala educación, me llamo Alex y soy el sobrino del Sr. McCartney. ¿Cual es tu nombre? – me dijo con una sonrisa, porciento tenia una dentadura perfecta.
- Encantada, yo…emm…me llamo Mia. – le conteste yo cuando me puse mas roja que el pintalabios rojo que solía usar mi madre.
- Mia, que bonito nombre. Bueno me tengo que ir a llevarle el pedido a mi tío, ya nos veremos. – al decir esto, me dio un beso en la mejilla y se fue.
 Me dejo con una cara de embobada, dios era tan guapo, tan amable, es posible que fuera una locura, pero me gustaba. Volví en si y me di de cuenta que la que atendía el mostrador estaba aburrida de esperar, así que le dije que me cobrara…